Los resultados de la investigación del varamiento de ballenas en Fuerteventura en septiembre de 2002 durante el ejercicio naval de la OTAN Neotapón 2002 han revelado nuevas pruebas científicas que demuestran como el sonar activo mata cetáceos. El continuado desarrollo de la tecnología del sonar activo provocará la extinción en masa de los cetáceos.
Es difícil imaginar que el complejo político-militar que pretende dominar el mundo, capaz de matar y mutilar a miles de seres humanos en el curso de invasiones ilegales a estados soberanos, pueda ser desviado de su intención de desarrollar y desplegar tecnología militar capaz de matar y mutilar a miles de cetáceos y otras especies marinas. Tecnología, además, que si se sigue desarrollando, puede llegar a convertir el entorno oceánico en un infierno inhabitable para las especies mamíferas, a pesar de ser protegidas por leyes internacionales y nacionales, provocando extinciones masivas.
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